

Además debemos asearlos ligeramente antes de ensillarlos para evitar que la suciedad se sitúe debajo de la montura y/o recado y cause problemas en la piel.
Cuando un animal llega después de una cabalgata empapado de sudor, lluvia o nieve, debe ser secado inmediatamente o caerá enfermo. Debe eliminarse el agua de la capa de pelo utilizando un rascador metálico de mango que se aplica al animal en dirección supero-inferior. También se puede quitar el agua con un puñado de paja o heno que se retuerce para darle una forma curvada y que se pasa de arriba abajo por todo el cuerpo. Para secarlo y frotarlo se necesita más paja, trapos o una manta vieja